Como ya expliqué aquí, este año me he apuntado a un mini swap navideño y uno de los indispensables era un amigurumi de temática navideña.

Admito que a la hora de escoger amigurumi me entró el pánico escénico. Tenía claro lo que no quería (ni muñeco de nieve ni papá noel) pero poco más. Buceé en pinterest y nada. Encontré cosas monísimas pero ninguna me acababa de hacer el peso. Quería algo más «único» pero que siguiera siendo 100% navideño.

Pensé y pensé y ¡llegó la inspiración! Iba a hacerle a mi sorprendida un reno.

Volví a buscar patrón y todos los que encontraba eran demasiado «realistas» para la idea que yo tenía en mente.

Visto que no encontraba nada que se adaptara decidí mezclar varios patrones (de oso, gato y reno) y así nació mi «Reno muere de amor al verlo».

Mientras lo hacia me iba enamorando de él, esa barriguita redondita me decía «quiéreme» cada vez que la miraba y llegué a un punto en que dudé mucho en quedármelo y hacer otro. (jijiji lo confieso)

Como iba a ponerle ojos de seguridad tuve que montar la cara antes de coserlo y ahí fue cuando decidí que el reno se debía llamar «Reno muere de amor al verlo».

Las astas me costaron lo suyo. Están hechas, cada una, con dos clips y forradas con cuerda de esparto. Ponérselas en la cabeza y que se aguantaran en su posición fue, de lejos, lo más complicado. Doblé como pude el clip interior para darle un poco de sujeción y uní las dos astas por el interior con la cuerda, compacté bien con el relleno y cruzé los dedos para que llegaran enteras a su destinaria después del paseo hasta Madrid.

Y ya, para terminar y darle el toque navideño que faltaba, ganchilleé una bufanda a la que cosí unos botoncitos con forma de copo de nieve y un calcetín para que Santa le deje sus regalitos.

De hilo usé el DMC Natura en el mismo color que My Misio y para la bufanda usé lana (porque si no lleva lana no es una bufanda!!)

A estas alturas, el renito ya está en su nueva casa, alegrando la navidad y lanzando miradas de «quiéreme» a su nueva dueña :)