Era nuestro segundo día en Tokyo. Tocaba visitar Ikebukuro y después de una incesante mañana de compras por el Sunshine City lo encontré. Estaba en una tienda de golosinas con un Musculman tamaño real en la puerta, escondido en un rincón de una estantería con otros congéneres de distintos tamaños.
Aquí tenéis un poco de su historia en Japón.
Pero los kewpie no son solo monos. Para las personas de ganchillo fácil son todo un mundo de posibilidades (como lo fueron las barriguitas en su momento) así que en cuanto vi este libro no me lo pensé dos veces: Debía de venirse para España y tenía que comprar más kewpies de distintos tamaños.
El libro, en conjunto, me gusta. Los kewpies disfrazados y en situación son una monada aunque hay algunos modelitos que son too much para mi.
Además, si ya estáis acostumbradas a los patrones de ganchillo japoneses es muy sencillo de seguir. Todo son diagramas y contiene mucho dibujito e incluso, entre kanjis, se puede saber el tamaño del kewpie para el que está pensado el patrón.
Viva los Kewpies! Los míos están muy contentos con sus trajes de sandía y piña ;-)
Son monosimos y el libro no te cuento, ya me lo enseñaras un dia
Voy detrás de ese libro desde hace mil… ¡mis kewpies están esperando sus trajecitos! Aunque creo que el pequeñín es demasiado chiquitito para conseguir hacerle un traje y se tendrá que conformar con ver al «hermano mayor» ;)
Los kewpies son muy dulces, pero el libro lo necesito para vivir.